martes, 21 de julio de 2009

El mensaje que no te he enviado

"Sé que no debo decirte esto. Sé que no debo mandarte estas líneas ni preguntarte si aún piensas en mi o ya formo parte de tu pasado, lo sé. Pero no diré que no puedo, sino que me está costando mucho olvidarte. Olvidarte como hombre, como amigo quiero que estés en mi vida. Nunca he contradico a mi razón como contigo, sé lo que tengo que hacer pero algo en mi no me deja, no te deja irte. A ratos me sigue ahogando el sentimiento que inflo cada día más hacia el ideal que de ti me he construido. Ojalá pudiera entender que ese ideal no existe y desmitificarte ante mis ojos. Pero no puedo, o me está costando mucho."

martes, 14 de julio de 2009

Secretos que no me cuento

Tengo la sensación de que cuando algo te pasa, si no lo compartes con nadie, es como si no hubiera ocurrido una vez finalizado.

Se convierte en un secreto solo tuyo. Si ninguna persona conoce su existencia, una vez que termina, te puedes dedicar a olvidarlo sin problema. Nadie te lo recordará. Nadie te preguntará: ¿cómo estás?, ¿cómo lo llevas?, ¿piensas mucho en ello? No saldrá nunca en las conversaciones, nadie hablará de ese tema, y tú, lo terminarás desterrando de tu mente, como si al no formar parte de una memoria más o menos colectiva, no formara parte de memoria alguna. En alguna ocasión incluso pensarás "¿pero eso me ocurrió a mi realmente?" Puede convertirse en secreto hasta para ti.

Además puedes evocarlo de la manera más distorsionada que quieras, en tu propio recuerdo, tú puedes ser el bueno y ella la mala, o viceversa, puede haber sido el amor de tu vida o una historia sin importancia, puede haber sido algo imposible o un pasatiempo entretenido del que te cansaste, tú mismo, invéntate tu propia historia y creetela, nadie te dirá si es cierto o no.

Muchas veces, al oirme a mi misma confesándole a alguien una inquietud, he recibido mis palabras como extrañas y despersonalizadas, por mucha lógica que tuvieran en mis pensamientos, en los que sin duda, ha estado centrifugandose esa idea a 900 revoluciones durante largo tiempo. Pero al verbalizarlo externamente, al explicarlo a un tercero (más bien a un segundo, a no ser que en tu cabeza seais 2) lo escuchas y dices "pero qué estoy diciendo?" así que quizás no sea necesario siquiera la valoración del otro, el hecho en sí de abrirte y hablar ya es terapeutico, te da perspectiva, algo que puede cambiar toda una esperanza de futuro junto a ti.

Y sin duda otra de las trampas de los secretos unipersonales (hablaré otro día de los secretos compartidos) es que te hace sentir un poco más solo, mas desconocido para los que te rodean y para ti mismo, separado de la realidad, ausente y fuera de lugar, por lo que no es muy recomendable hacerlo a menudo, solo cuando sea estrictamente necesario.