domingo, 29 de noviembre de 2009

Naricitas

Los olores siempre han despertado en mí muchos sentimientos. Desde niña. Si percibo un olor que me traiga recuerdos, reactiva todas las áreas de mi cerebro relacionadas con esa vivencia, es una sensación muy real, me encanta. De pronto me transporto al pequeño pueblo donde veraneaba de pequeña, a los guisos de mi madre, al taller de mi padre....es como si se pudieran embotellar todos esos rescuerdos en su esencia más evocadora.

El olor más turbador que siempre me hace entrecerrar los ojos y ladear la cabeza es el de algunas colonias de hombre.......simplemente indescriptible. A menudo me pasa que huelo una ráfaga de perfume masculino, entrecierro, ladeo.....y cuando vuelvo en mí, el portador no se corresponde con lo que había imaginado, pero casi da igual, en mi cabeza hay otra historia, otro argumento, otro mundo en definitiva. Con qué llenarán esos frascos de formas imposibles que me acelera el riego sanguíneo y me hace suspirar?

2 comentarios:

  1. por eso a mi no me gustan los chicos que usan colonia... el olor es para las distancias cortas.
    :)

    un beso guapa!

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  2. Ahí te doy la razón al 100% Crisis, en el cuerpo a cuerpo el olor a piel es el que cuenta

    Un besazo para ti!!

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